Si bien es cierto la declaración unilateral de la voluntad, o también llamada ‘promesa unilateral’, no consta en la lista de las fuentes de las obligaciones que nos da el Código Civil, es altamente discutido si esta constituye una más.
El problema en este tema es establecer cuál es la fuente de ciertas obligaciones que no obedecen al contrato ni a ninguna de las restantes señaladas en el artículo 1453 del Código Civil, con la particularidad de que tienen como antecedente, supuestamente generador, la declaración de voluntad hecha unilateralmente por el mismo obligado.
Las legislaciones civiles modernas se han desmarcado de considerar a la declaración unilateral de la voluntad como una fuente de las obligaciones; así el artículo 2184 del Código Civil Ecuatoriano (2005), así como el Código Civil Español (1889) en el artículo 1089, el Código Civil Italiano (1942)en su artículo 1987, el Código Civil Portugués (1966) en su artículo 457.
Cabe señalar que al analizar la declaración unilateral de la voluntad será la única fuente de las obligaciones, la cual no debe confundirse con la voluntad como requisito del contrato. No será una declaración unilateral de la voluntad una donación o un testamento pues en estos aspectos es necesario la aceptación tanto del donatario como del heredero. En la donación, está no genera obligaciones hasta después de la aceptación de la misma por parte del donatario. En cuanto al testamento, si bien el testador hace una declaración unilateral de voluntad, esta no genera obligaciones, pues esta puede revocarla cuantas veces lo desee, y si después fallece el testador, ésta aún no genera obligaciones hasta que haya una aceptación de los herederos.
Alguna doctrina nos habla del enriquecimiento injusto, la estipulación a favor de un tercero, la institución de una fundación, la promesa de recompensa y la oferta de celebrar contrato, como casos en que la declaración unilateral de la voluntad puede ser fuente de las obligaciones.
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